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    El cáncer de mama: autoexploración y testimonio

    Actualizado el 24 octubre 2024
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    En días como el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, es fundamental concienciar acerca de esta enfermedad que provoca gran inquietud entre las mujeres. En España se diagnosticaron cerca de 35.312 nuevos cánceres de mama en el año 2023 (*según las estimaciones del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer).

    Hoy Ainhoa, nos cuenta su testimonio, nadie mejor que ella os puede contar en primera persona la importancia de autoexaminarse, palparse, acudir a las revisiones y buscar orientación médica cuando sientes que algo no va bien.


    La importancia de la autoexploración de pecho

    ¡Una autoexploración mamaria a tiempo puede salvarte la vida! Un diagnóstico precoz del cáncer de mama puede ser fundamental. Por ello, realizar de forma periódica un autoexamen mamario puede ser clave para detectar nuevos bultos o cambios en alguno de tus pechos.

    Para realizar la autoexploración del pecho o autoexamen de mama, solo necesitas unos minutos y lo puedes realizar en casa frente a un espejo, acostada en tu cama, ¡aquí te recordamos cómo hacerlo!

    Hay algunos factores a tener en cuanta antes de realizar la autoexploración para evitar falsas alarmas, cuando estamos menstruando no es el mejor momento, ya que, los cambios hormonales y la sensibilidad en el pecho, no ayudan. Siempre se recomienda realizarlos días posteriores.

    Si detectas alguna anomalía o cambio en tu pecho durante la palpación, acude a tu especialista para que pueda ayudarte y ofrecer un diagnóstico.

    La verdad sobre el cáncer de mama, el testimonio de Ainhoa

    Un año más, llegamos al 19 de octubre, fecha en la que se conmemora el Día internacional del Cáncer de Mama.

    Puede que, para muchos, este día le haga recordar, ver un mundo repentinamente pintado de rosa, anuncios, noticias, famosos que promocionan productos pintados de este color. Todos solidarizándose repentinamente por y para una enfermedad que, creedme, es muy real. Pero dejadme que os cuente algo, el cáncer no es tan rosa y dulce como lo pintan.
    Me llamo Ainhoa, soy madre soltera y hace cuatro años, me diagnosticaron Cáncer de Mama.

    Ocurrió durante la pandemia, durante el confinamiento. Una tarde, mientras descansaba dando de mamar a mi hija, noté un bulto en un pecho. Algo sentí al tocarlo, un escalofrío que me hizo sentir que no era bueno, y no me equivoqué. Mi ginecóloga me mandó rápidamente una mamografía y una ecografía mamaria, en las imágenes lo que se vio no tenía muy buena pinta y una biopsia lo confirmó. Jamás en mi vida he sentido más miedo como el día en el que me dieron los resultados, no por mí, en mi cabeza solo veía a mi niña. ¿De verdad estaba ocurriendo esto? Pero el cáncer es real, muy real. Llega de repente y arrasa con todo.

    Pasé por una quimioterapia durísima, después me operaron de mama y axila, más tarde me dieron radioterapia y luego viví con pinchazos tremendos durante muchos meses y mucha medicación. Para muchos, estás curada en el momento en el que te crece el pelo. Y no, no es así. De hecho, este año, en una revisión, me encontraron un nuevo tumor en la otra mama. Este año, en una revisión, me encontraron un nuevo tumor en la otra mama. “Por suerte”, si se puede decir esto, no ha sido tan grave como el anterior. Cuando me dijeron que me tenían que hacer una nueva biopsia, que habían visto algo, me quedé en estado de shock, no creía que esto pudiera estar pasando otra vez. Me operaron de nuevo, de la otra mama hace unos pocos meses. Y sigo sin poder verbalizar lo que siento, lo que ha ocurrido. Ahora mi miedo es mucho mayor.

    Tengo la gran fortuna de seguir viva, no como muchas otras compañeras que no han podido lograrlo, pero sigo aprendiendo a vivir con miedo y pidiendo siempre ayuda para que alguien nos escuche y nos ayude para poder mejorar nuestra calidad de vida. Las secuelas que deja todo esto, tanto físicas como psicológicas, son innumerables.

    Como yo, ya somos muchas. Aprendemos a vivir como podemos, como nos dejan, con mínimas ayudas, por no decir ninguna. Muchas somos madres con muchas limitaciones. No somos valientes, no somos guerreras, somos pacientes oncológicas.

    Ojalá este día sirva para abrir los ojos a nuestra realidad y, de nuevo, sirva para pedir ayuda allá donde más la necesitamos.
    Más investigación para más vida.

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