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    • #Maternidad

    Cómo cuidar tu pecho durante el embarazo

    Actualizado el 18 octubre 2024
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    Durante el embarazo, no solo te crece la barriga, sino que la talla de sujetador suele aumentar unas dos tallas de media. Y aunque algunas mujeres estarán encantadas con sus nuevos pechos, a otras puede preocuparles un poco este nuevo volumen. ¿Durará? ¿Se me estropearán los pechos? Si quieres mantener el pecho firme, aquí te damos algunos trucos para cuidarlos durante el embarazo.


    ¿Por qué les crece el pecho a las embarazadas?

    • En las primeras semanas se produce un aumento de las hormonas

    Desde buen principio del embarazo, el incremento de hormonas hace que los conductos y las glándulas mamarias aumenten de volumen con el fin de prepararlos para amamantar al bebé. Y, en consecuencia, aumenta el pecho, el azul del entramado de venas resulta más visible, es posible que se oscurezca el color de los pezones y, en ocasiones, incluso puedas notar tirantez y dolor. De hecho, no todas las mujeres perciben igual esta tirantez: en función del nivel de hormonas, el aumento de talla y la sensación de incomodidad variarán mucho de una embarazada a otra. Algunas no soportan que les toquen los pechos, a otras puede resultares incómodo correr y otras vivirán encantadas este aumento de volumen.

    • Los pechos alcanzan su máximo volumen cuando sube la leche

    Este aumento de volumen alcanzará su nivel máximo a los pocos días del parto, cuando suba la leche. Si no das de mamar, el descenso repentino de hormonas hará que el pecho se reduzcan enseguida. En cambio, si amamantas a tu bebé, el proceso será más gradual. En todo caso, cuanto antes empieces a cuidarte el pecho como es debido, más posibilidades tienes de que se mantenga firme.

    Tu mejor aliado durante el embarazo: un sujetador adecuado

    En cuanto empieces a notar incomodidad, la mejor inversión que puedes hacer al estar embarazada es comprarte sujetadores nuevos. Al final del embarazo, cada pecho aumenta unos 500 gramos de media, el equivalente a dos tallas de copa. Es importante llevar ropa interior adecuada para tus nuevas curvas. Nuestro consejo es que te midas cada trimestre y optes por sujetadores con copas más profundas y tirantes anchos que te sostengan bien los pechos sin comprimirlos. Incluso, puedes usar sujetador para dormir. Y no temas parecer anticuada: en la actualidad, la ropa interior de premamá puede ser tan bonita como la mejor lencería. Por otro lado, si eres de las que no usan sujetador (en el día a día), pasa directamente al siguiente paso: la hidratación.

    ¿Qué productos para el cuidado de la piel debes usar?

    • Productos específicos para el embarazo y la lactancia

    Al no tener músculos, la firmeza de los senos depende sobre todo del tono cutáneo. El repentino aumento de volumen pone a prueba la elasticidad de la piel y puede resultar incómodo o incluso doloroso. Aplicarse compresas de agua fría alivia de manera significativa la tensión, pero no tendrá demasiado impacto en la flacidez de la piel. La solución pasa por cuidar de los pechos a diario con productos específicos que estimulen la producción de fibras que aporten firmeza a la piel, que la hidraten en profundidad y que alivien la respuesta excesiva de tu epidermis. Recuerda usar fórmulas adecuadas para la maternidad y, en su caso, compatibles con la lactancia.

    • Rutina de cuidado de las mamas

    Si notas los pechos tensos o te duelen, un masaje puede aliviarte. ¿Cómo? Date un delicado masaje alrededor de los pechos, de dentro afuera, ascendiendo hasta el cuello. Es posible que te interese combinar esta rutina con productos antiestrías. La aparición de estrías también puede estar propiciada por los cambios hormonales y la distensión repentina de la piel.

    Una postura correcta

    • Enderézate para evitar tensión

    Unos pechos de mayor tamaño, obviamente, están sujetos a la gravedad…, lo cual puede hacer que te encorves ligeramente hacia delante. ¡Esta postura no ayudará a tonificar tus pectorales! De hecho, es posible que a largo plazo te provoque dolor de espalda... Para sentirte mejor, respira hondo y ponte bien recta para evitar tensión en el cuello y en la musculatura de la parte superior de la espalda. No se trata de ir tan rígida que no puedas respirar con normalidad, pero estírate intentando alargar hacia arriba la coronilla sin levantar la barbilla.

     

    • Gimnasia pectoral

    Para tonificar los músculos pectorales que sujetan tus mamas, haz un poco de gimnasia pectoral después de tu rutina de cuidado de la piel, por ejemplo. Con unos minutos bastará. Junta las manos, con los codos a la altura de los hombros, y aprieta bien las palmas. Inspira, aguanta la respiración tres segundos y luego suelta el aire. Repite este ejercicio quince veces.

    Ya se parezcan a los de Jane Birkin o a los de Kim Kardashian, ¡tus pechos te lo agradecerán!

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