Cuando un bebé está en camino, a las mamás se os considera heroínas, estáis más relajadas, pero a la vez mucho más ocupadas. A menudo, la futura mamá empieza a preocuparse sobre cómo podrá gestionar el nuevo embarazo y al mismo tiempo dar atención a su otro pequeño. Tampoco es fácil para el cónyuge: ¿cómo se gestiona una mayor carga mental sin acabar en una posición colateral? Si bien las vacaciones deberían suponer más tiempo libre, en la práctica no siempre resulta fácil lidiar con un pequeño y una barriga cada vez más grande. Estos son los pasos a seguir.
El hijo mayor sigue siendo un bebé... que necesita mucha atención
«Si necesitas descansar, ¡duerme cuando el bebé duerma!». ¡Que levante la mano la embarazada que no soporte esta frase! Porque en teoría todos estamos de acuerdo en que es lo más inteligente. Pero en la práctica... ¡Uf, es un jaleo! A menos que te centres en ti misma y te puedas quedar dormida en un santiamén, no es tan fácil. Sobre todo si estás con familiares o amigos en vacaciones y no te atreves a desaparecer cuando estás cansada. Además, según la etapa del embarazo, puede que estés llena de vitalidad o que necesites descansar.
Cómo organizarse durante el emabarazo y otro hijo
Mamás, si podéis, ¡DELEGAD! Parece algo obvio, ¿verdad? Cuando tienes uno (o más) hijos y ya has descubierto la dichosa carga mental, es difícil desconectar y poner el cerebro en pausa. ¡Ni siquiera en vacaciones mientras preparas las maletas para ir de viaje! ¿No puedes delegar? Simplifica tu vida al máximo, es una cuestión de supervivencia. Deshazte de la presión de los horarios, de las comidas variadas o del cesto de la ropa sucia a rebosar.
Cómo mantener ocupado a tu bebé mientras estás embarazada
Entretener a un niño pequeño cada día no es tan sencillo. A menudo, te sientes culpable cuando andas de acá para allá y parece que no estás dándole toda la atención. ¿Quieres un consejo? Prioriza la calidad sobre la cantidad. Lo importante es que tu pequeño no sienta que estás estresada: ¡eso es básico! Nunca se dirá lo suficiente: si tú estás bien, tus hijos también lo están. En resumen, no te sientas culpable por dejar al bebé en la alfombra de juegos o con el andador mientras tomas un respiro en el sofá junto a él.
«Una cosa genial que les gustaba mucho a mis hijos durante mis embarazos, era dibujar en mi vientre. Todos lo han hecho, y les encantaba a cualquier edad, mientras yo estaba tumbada en el sofá… Ahora bien, evita usar bolígrafos indelebles si tienes una cita en la sala de maternidad al día siguiente ;-)».
Alba, madre de 4 hijos
El mayor es un chiquillo que no para de corretear de un lado a otro.
No importa qué edad tenga tu primer hijo, siempre habrá que hacer frente a pros y contras. ¿Tu hijo está empezando a jugar por su propia cuenta? Bien, eso ya es un punto a favor que debería permitirte disfrutar de algunos descansos durante el embarazo. En vacaciones, puede jugar con otros familiares o primos pequeños.
Cómo mantener ocupado a tu hijo mayor
El truco con el mayor es pasar el tiempo persiguiéndolo. ¡Sobre todo cuando estés en la calle! En el campo, en la ciudad, en la playa... ¡Da igual! Tanto si estás tratando de ponerle protector solar como si estás vigilándolo para asegurarte de que no se caiga (con tu botiquín especial), el pequeño necesita atención constante.
¿Qué pasa si tu hijo se aburre en vacaciones?
En teoría, el aburrimiento es una buena señal porque ayuda a desarrollar la creatividad (según Albert Einstein).
En la práctica, tienes que hacer frente a los quejidos de tu hijo, que no para de decir que «no sabe qué hacerrrr». Para mantener a tu hijo ocupado sin acabar con la pared llena de pinturas abstractas u otras sorpresas extrañas, usa adhesivos. Los adhesivos son LA solución. Usa rollos de 3000 o 4000 adhesivos de distintos colores y formas. Con los adhesivos, se mantendrá en silencio, no se hará daño y además se tarda un rato en despegarlos todos.
¿Qué pasa si no puede ocuparse de sí mismo?
Dale pequeñas tareas para hacer (como encontrar una piedra blanca, dibujar lo que ve por la ventaja, pintar en una cartulina) según el lugar donde estéis pasando las vacaciones.
Si el niño es demasiado pequeño para entender la frase «Eh, no te vayas muy lejos» (suelen entenderlas entre los 2 y los 18 años), piensa en actividades que pueda hacer junto a ti (o contigo) mientras disfrutáis de las vacaciones. Cartas, juegos de construcción, colorear... Lleva algunas sorpresas en el bolso, eso será de gran ayuda.
Cuando vuelvas a casa, deja que se ocupe de él tu pareja o algún familiar cercano. Si no, pasad un rato juntos los dos. No es necesario que sea a la misma hora cada día (recuerda evitar el estrés innecesario). Eso reforzará el ego del pequeño, sobre todo si empieza a ponerse un poco celoso por la atención dada en torno a la barriguita de su mamá.